Deuda externa

Mario Cafiero fue el primer diputado en Argentina en percibir y plantear a la deuda externa como un pérfido instrumento de dominio, para frustrar la autodeterminación de los países periféricos, y proceder a su depredación en función de los intereses de las metrópolis mundiales y no del bienestar de los pueblos.

En ese esquema de despojo neocolonial, ideado e instalado en el mundo a partir de 1820, tras el fracaso de la colonización directa intentada por Inglaterra con la conquista de Buenos Aires, el FMI, conforme la visión que tenía Mario Cafiero, funciona como el prestamista y auditor de última instancia, para que la devastación que no es solo financiera, se pueda llevar a cabo y se haga sostenible en el curso del tiempo. Argentina es miembro del FMI desde 1956, luego del derrocamiento del Presidente Perón. A partir de allí, todos los gobiernos que se sucedieron hasta la fecha, han permitido consolidar la deuda externa sin investigarla.