Señor presidente: solicito preferencia para que el proyecto contenido en el expediente 159-D.-01, por el que se crea una comisión investigadora de la deuda e:\.’tema contraída entre los años 1976 y 1983, sea tratado con despacho de comisión en la próxima sesión o subsiguientes. 

Entiendo que todos tenemos absolutamente en claro que la situación que ha vivido el país en los últimos años -y la que atraviesa actualmente- tiene como origen este pavoroso peso que la deuda externa provoca sobre las espaldas delos argentinos.Ayer nos visitó el señor Daniel Marx, que es el funcionario que más gasta en la Argentina, pues justamente tiene a su cargo el pago de los intereses de la deuda por más de 12.000 millones de dólares anuales, es decir, un millón y medio por hora. Ese monto equivale a más de diez mil planes Trabajar por hora o a la construcción de tres mil viviendas por día.Hoy me preguntaron si teníamos que seguir haciendo el sacrificio de pagar los intereses dela deuda. Qué increíble sería que un presidente pidiera a los argentinos que, para pagar la deuda, dejaran de comer carne -un sacrificio inimaginable-, y vendiéramos las cincuenta millones de cabezas de ganado que tiene la Argentina.Haciendo ese sacrificio, solamente pagaríamos un año y medio de intereses de la deuda.Si analizáramos la cuestión desde el punto de vista futbolístico, vendiendo todo el plantel del seleccionado argentino -con estrellas como Batistuta, el «Piojo» López, etcétera-, sólo alcanzaríamos apagar catorce días de intereses de la deuda.Muchos nos preguntamos cómo se llegó a esta situación. En definitiva, podríamos preguntarnos quiénes contrajeron esta deuda, cuándo y para qué lo hicieron. Al respecto hay muchas dudas e interrogantes.Es una lástima que en este momento no esté presente el señor diputado Baglini, a quien agradezco que ayer me haya invitado a la reunión conjunta de las comisiones de Presupuesto yHacienda y de Finanzas -pues no las integro-,a las que asistió el señor Daniel Marx. Recuerdo que la última vez que presenté esta iniciativa el diputado Baglini dio una respuesta que dejó en evidencia que no había entendido los fines que se persiguen con la creación de la comisión investigadora de la deuda externa. Señaló que las sucesivas renegociaciones de la deuda impedían llegar a conocer qué parte de ella es lícita y qué parte es ilícita. Con la claridad a la que nos tiene acostumbrados, citó el siguiente ejemplo: es muy difícil saber qué ovejas son blancas y qué ovejas son negras. Entonces, ¿qué sentido tiene crear una comisión que no podrá discriminar qué parte es lícita y cuál es ilícita? 

Formulo este planteo para tratar de aclarar cuál va a ser el objetivo de esta comisión. No se trata de cuestionar a los actuales tenedores de bonos argentinos -que en este momento son los acreedores de la deuda- acerca del origen dela deuda, porque eso sería imposible. Digo esto porque la deuda ha sido emitida por gobiernos democráticos y, por lo tanto, es lícita. De lo que se trata es de ir contra aquellas empresas y aquellos bancos que cometieron un ilícito en el origen de la deuda. Reitero que no se trata de ir en contra de los actuales tenedores de títulos ni de crear una crisis dentro del mercado, ni· degenerar más incertidumbre, ni de hacer subir la tasa de riesgo-país; se trata de analizar el origen de la deuda, y si ese origen es ilegítimo, tendrá que quedar en claro que por el mero paso del tiempo no se toma lícito.Por otra parte, quisiera dejar en la Presidencia copia de una documentación que obtuve en el día de ayer en el Juzgado N° 2 en lo Correccional y Penal, a cargo del doctor Ballesteros.En dicho juzgado se está tramitando la causa17.178, que está abierta y está viva. Es lenta, como lo es la Justicia argentina, pero está avanzando. En esta causa se investiga el origen dela deuda privada. Como ustedes bien saben -lodije en esta Honorable Cámara-, en junio del año pasado se dictó un fallo con respecto a la deuda pública. Este es otro juicio, porque es sobre la deuda privada.En una declaración del día lunes -hace exactamente dos días- una funcionaria del BancoCentral detalló con una claridad meridiana él origen de buena parte de la deuda externa argentina privada. Como ya sabemos, en determinado momento esa deuda privada se estatizó a través de los seguros de cambio. En definitiva, la deuda de las empresas privadas la terminamos pagando todos los argentinos injustamente es la deuda que hoy estamos renegociando.Durante el gobierno del doctor Alfonsín, el doctor García Vásquez, entonces presidente delBanco Central, creó una comisión que inició el análisis e investigación de esta deuda privada, a fin de dilucidar si quien utilizó un seguro de cambio o un dólar bajo tenía afuera una garantía equivalente. En ese caso, ¿no estaríamos frente a un autopréstamo?La investigación fue avanzando hasta 1986. Lamentablemente ese año, a través de una interpretación que hizo el Banco Central, se anuló toda posibilidad de discriminar entre deuda lícita e ilícita. 

Quien firmó la resolución que convalidó esa decisión fue el señor Daniel Marx. Es decir que la persona que hoy está renegociando la deuda es la misma que en 1986 determinó que esa deuda nose podía seguir investigando. De todos modos, esto es harina de otro costal.Lo que quiero remarcar es que en este escrito encontramos la estructura sobre la cual podríamos basar la investigación para determinar si las empresas que menciona esta funcionaria del Banco Central hicieron un l.lSO lícito o ilícito del seguro de cambio y si cambiaron deuda privada por deuda pública.Como en este documento se mencionan empresas muy importantes, a veces cuesta avanzar en la investigación. Esta funcionaria destaca que Santamaria Sociedad Anónima tenía un depósito en garantía efectuado por Agustín Roca y Compañía Sociedad Anónima; que Ladrillos Olavarría Sociedad Anónima, Helvetia Argentina Sociedad Anónima de Seguros, Ferry LíneasArgentinas y Boris Garfunkel e Hijos SociedadAnónima tenían depósitos.En honor a la grave situación que estamos enfrentando como consecuencia de esta deuda, considero que debemos crear esta comisión investigadora. Por eso pido que el Parlamento, que debe abocarse a estas cuestiones, apruebe esta moción de preferencia para que el mencionado proyecto sea oportunamente sancionado.