Deuda externa
Mario Cafiero fue el primer diputado en Argentina en percibir y plantear a la deuda externa como un pérfido instrumento de dominio, para frustrar la autodeterminación de los países periféricos, y proceder a su depredación en función de los intereses de las metrópolis mundiales y no del bienestar de los pueblos.
En ese esquema de despojo neocolonial, ideado e instalado en el mundo a partir de 1820, tras el fracaso de la colonización directa intentada por Inglaterra con la conquista de Buenos Aires, el FMI, conforme la visión que tenía Mario Cafiero, funciona como el prestamista y auditor de última instancia, para que la devastación que no es solo financiera, se pueda llevar a cabo y se haga sostenible en el curso del tiempo. Argentina es miembro del FMI desde 1956, luego del derrocamiento del Presidente Perón. A partir de allí, todos los gobiernos que se sucedieron hasta la fecha, han permitido consolidar la deuda externa sin investigarla.
LIBRO
La Argentina Robada
El corralito, los bancos y el vaciamiento del sistema financiero argentino
El año 2001 culminó con la incautación de los ahorros de los argentinos a través de lo que popularmente fue bautizado como «corralito», medida que según los bancos y el ministro de Economía Cavallo era inevitable debido al retiro masivo de los depósitos que realizó una parte de los ahorristas. Lo que se silenció fue la intensa fuga de las reservas del sistema que en ese mismo año realizaron esos bancos, con la cobertura del ministro, mediante movimientos de otras cuentas relacionadas con los bonos de la deuda, internalizando a su vez los bonos que estaban en el extranjero y falseando incluso los balances del Banco Central. Esta maniobra fue denunciada y demostrada por los autores a través de los informes presentados en el Congreso en abril y junio de 2002. Este trabajo muestra la política del endeudamiento a que la Argentina se vio sometida, y las verdaderas causas de la crisis bancaria de 2001.