Señor presidente: dado lo avanzado de la sesión quiero ser muy preciso y lo más sintético posible en este tema. Muchos legisladores -el diputado Bravo y otros- venimos trabajando desde hace mucho tiempo por la creación de esta comisión. Me he tomado el trabajo de contabilizar la cantidad de pedidos de creación de comisiones investigadoras de la deuda, y suman más de treinta y cinco desde el año 83 hasta ahora. Ninguno de esos proyectos fue aprobado, como tampoco ninguno de los más de trescientos proyectos sobre la deuda externa que se han presentado, que ni siquiera han podido ser tratados.
Por eso, en buena hora que el señor diputado Jesús Rodríguez haya traído este tema al debate. Me parece un proyecto un tanto insípido porque no alcanza con el seguimiento y análisis de una responsabilidad propia del Parlamento, sobre todo considerando cómo ha sido utilizada la facultad que tiene el Poder Ejecutivo para administrar la deuda externa, que ha incrementado a valores astronómicos.
Es hora de que el Parlamento revise las facultades que ha delegado en el Poder Ejecutivo mediante la ley 24.156, de administración financiera. Esa ley es la que faculta al Poder Ejecutivo a hacer operaciones ruinosas como la del «megacanje» y otros canjes de deuda que elevaron la tasa de interés a niveles muy altos, que hoy queremos bajar.
Entonces, me parece que el trabajo de esta comisión, que por supuesto nosotros apoyamos, no debe ser sólo de análisis y seguimiento, sino básicamente de investigación y de estudio de una política sobre la deuda externa. Una gran deuda de la política es que, precisamente, no hubo política de la deuda externa.
Por eso vamos a proponer que se modifiquen las funciones de esta comisión abarcando las de investigación. Así vamos a dar respuesta a una resolución judicial que pide al Parlamento que investigue y determine las responsabilidades políticas que ha habido en el proceso de incremento de la deuda externa desde el año 1976 a la fecha. Los señores diputados saben que a partir de ese año empezó el gran endeudamiento externo y, consiguientemente, una pérdida de soberanía e independencia económica. Hubo responsables políticos; muchos de ellos han ocupado con posterioridad altos cargos en la administración pública, y es muy importante que podamos deslindar las responsabilidades.
Por eso es que, haciendo una continuidad de la causa Olmos por el gran fraude que es la deuda externa, esta comisión debe tener amplias facultades de investigación para poder determinar cómo los argentinos hemos llegado a este nivel de endeudamiento. Además, debe tener facultades para proponer al Parlamento la derogación o modificación de la ley 24.156, de administración financiera.
Por lo tanto, el bloque del ARI va a acompañar este proyecto en tanto y en cuanto se modifiquen esos aspectos relativos a la creación de la comisión.


Señor presidente: quería mostrar al señor diputado Fayad una planilla -voy a entregársela- que no es de quien habla o de algún opositor sino de la Oficina de Crédito Público, es decir una oficina del Estado que lleva adelante el registro de la deuda pública. En esta planilla figuran el perfil de vencimiento de la deuda de bonos antes del «megacanje», operación que realizó el gobierno del doctor de la Rúa junto con el ministro Cavallo. También está el perfil de vencimiento de la deuda después del canje.
¿Saben en cuánto aumentó la deuda después del «megacanje» según la información del Ministerio de Economía? En 55.590 millones de dólares, de aquí al año 2031.
Quería decirle que seguramente estos matemáticos, especuladores y financistas van a empezar a tratar de buscar una explicación a algo que no la tiene, o sí la tiene en términos de decir: ¡con razón le quitaron el crédito a la Argentina!
Si un gobierno, para canjear 30 mil millones de dólares, que fue el «megacanje», consigue postergar sólo 12 mil millones de dólares de compromisos de los próximos años a costa de aumentar la deuda en 55.590 millones de dólares, evidentemente ese país se ha vuelto insolvente, y por eso le cortaron el crédito. Ese aumento lo produjo esta administración.
Quizás alguno diga que hay que descontar esos flujos de fondos a una tasa. Pero, claro, eso supondría que en algún momento aparecería algún jeque árabe o algún Papá Noel que viniera a la Argentina y le prestara 20, 30 o 50 mil millones de dólares, con lo que podría generar esa operación teórica de descontar ese flujo de fondos.
La realidad es que esto se va a tener que pagar. Estos dólares habrá que conseguirlos, son más de 2.500 millones por año en que hemos aumentado la deuda. Esta cifra equivale a toda la cosecha de cereales de la República Argentina. Repito: toda la cosecha de cereales de la República Argentina sólo alcanza para pagar los intereses y el capital de más que ha generado el «megacanje». Eso lo generó esta administración, señor diputado Fayad.


Señor presidente: dado lo avanzado de la sesión quiero ser muy preciso y lo más sintético posible en este tema. Muchos legisladores -el diputado Bravo y otros- venimos trabajando desde hace mucho tiempo por la creación de esta comisión. Me he tomado el trabajo de contabilizar la cantidad de pedidos de creación de comisiones investigadoras de la deuda, y suman más de treinta y cinco desde el año 83 hasta ahora. Ninguno de esos proyectos fue aprobado, como tampoco ninguno de los más de trescientos proyectos sobre la deuda externa que se han presentado, que ni siquiera han podido ser tratados.
Por eso, en buena hora que el señor diputado Jesús Rodríguez haya traído este tema al debate. Me parece un proyecto un tanto insípido porque no alcanza con el seguimiento y análisis de una responsabilidad propia del Parlamento, sobre todo considerando cómo ha sido utilizada la facultad que tiene el Poder Ejecutivo para administrar la deuda externa, que ha incrementado a valores astronómicos.
Es hora de que el Parlamento revise las facultades que ha delegado en el Poder Ejecutivo mediante la ley 24.156, de administración financiera. Esa ley es la que faculta al Poder Ejecutivo a hacer operaciones ruinosas como la del «megacanje» y otros canjes de deuda que elevaron la tasa de interés a niveles muy altos, que hoy queremos bajar.
Entonces, me parece que el trabajo de esta comisión, que por supuesto nosotros apoyamos, no debe ser sólo de análisis y seguimiento, sino básicamente de investigación y de estudio de una política sobre la deuda externa. Una gran deuda de la política es que, precisamente, no hubo política de la deuda externa.
Por eso vamos a proponer que se modifiquen las funciones de esta comisión abarcando las de investigación. Así vamos a dar respuesta a una resolución judicial que pide al Parlamento que investigue y determine las responsabilidades políticas que ha habido en el proceso de incremento de la deuda externa desde el año 1976 a la fecha. Los señores diputados saben que a partir de ese año empezó el gran endeudamiento externo y, consiguientemente, una pérdida de soberanía e independencia económica. Hubo responsables políticos; muchos de ellos han ocupado con posterioridad altos cargos en la administración pública, y es muy importante que podamos deslindar las responsabilidades.
Por eso es que, haciendo una continuidad de la causa Olmos por el gran fraude que es la deuda externa, esta comisión debe tener amplias facultades de investigación para poder determinar cómo los argentinos hemos llegado a este nivel de endeudamiento. Además, debe tener facultades para proponer al Parlamento la derogación o modificación de la ley 24.156, de administración financiera.
Por lo tanto, el bloque del ARI va a acompañar este proyecto en tanto y en cuanto se modifiquen esos aspectos relativos a la creación de la comisión.